Leo hoy en el periódico que el 21% de los niños sufren
pobreza que lastra su educación. Creo que no hace falta hacer un estudio
sociológico para llegar a esta conclusión, pero no está de más tener datos
obtenidos científicamente, para que si a alguien se le ocurriese negar esta
premisa, se le pueda argumentar, sin basarnos en subjetivismos, por evidentes
que estos parezcan.
La pobreza y la marginalidad llevan acarreadas un bajo nivel
cultural, cuando alguien está pendiente de dar de comer a sus hijos, y esa
preocupación se convierte en un leitmotiv, no hay espacio en los pensamientos
paternos para el desarrollo escolar, o al menos ese espacio se reduce de forma
considerable, es natural. Luego el desarrollo escolar de los
alumnos viene condicionado por esta realidad, y desde los servicios sociales de
la comunidad se tienen que buscar estrategias para mejorar la situación en lo
posible, y que esto se refleje en el desarrollo escolar.
Sin embargo, se está entendiendo la situación en sentido
inverso. Si desde las escuelas debemos preocuparnos por la alimentación de los
niños/as, y que nadie entienda que no es un tema importante y que me quiero
desentender, y no tanto del proceso educativo de estos niños en riesgo de
exclusión, algo está mal planteado.
Se intenta corregir el problema alimenticio de los menores
desde el departamento de educación, y se destinan gran cantidad de recursos a
las becas de comedor. No es la mejor estrategia a mi entender, se está
malgastando una gran cantidad de dinero en algo que tendría que ser gestionado desde otro departamento, hay que ayudar a las familias allí donde no pueden llegar, pero dejándoles las responsabilidades que sí que pueden asumir. La parte del importe de una
jornada de comedor que se dedica a la adquisición de alimentos es mínima, derivándose
la mayor a la confección del menú y al cuidado de los niños/as en el periodo de
uso del servicio. Si una familia no tiene medios económicos para poder
alimentar a sus hijos, y estos son beneficiarios de una beca, podemos
presuponer que los progenitores están en paro, luego pueden hacerse cargo de la
guarda de sus hijos/as, y de la confección del menú. Estamos pagando por un
servicio que pueden asumir las familias. Soluciones se me ocurren muchas. Pero así
la primera, podría ser que fuesen servicios sociales los que gestionasen vales
de alimentos para estas familias con niños en riesgo de exclusión, ventajas
muchas. La primera, que saldría mucho más barato. La segunda es que se acaba el
problema de los periodos vacacionales, que nunca están bien gestionados y que
son propicios para el tira y afloja político, sin haber bajado a la realidad.
La tercera es que no quitas responsabilidad familiar, las familias pueden no
tener recursos económicos, pero no por eso dejan de tener la responsabilidad
sobre sus hijos/as, a veces se olvidan de este detalle. La cuarta, en los
colegios podríamos dedicar mucho más tiempo a las necesidades escolares, que
también tiene su problemática económica, pero en lo referente a lo educativo no
a la supervivencia.
Cuando hace dos veranos surgió la problemática de las becas
de comedor en verano, la junta de distrito del barrio, ya había tomado cartas
en el asunto y habilitó un comedor en el centro social, donde lo que se hacía
era dar de comer y luego volvía con las familias. Posteriormente Educación
abrió el comedor del colegio. Pues bien, mientras que el centro cívico funcionó
a las mil maravillas, con menús mucho mejores, apenas el 20% de los alumnos
becados acudió al comedor del colegio, con el consiguiente derroche económico.
Muchas veces, cuando escuchamos que los menores pasan
hambre, la sensibilidad nos ciega la posterior reflexión. Por supuesto que
debemos atajar el problema de la mejor forma posible, pero a mi entender, esta
forma, no es el comedor escolar, por mucho que sea la solución paradigmática. Los
paradigmas deben ser revisados frecuentemente, para romperlos si es necesario.
La mejor solución es la que saca más rentabilidad a los
presupuestos públicos, y en este caso las becas de comedor escolar se alejan
mucho de esta premisa.
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