Estamos en vacaciones, muchos maestros/as, en las recomendaciones que
han dado para el verano, han incluido leer algún libro, incluso algunos han
dado los títulos recomendados para poder adquirir y disfrutar.
Fantástica decisión si se ha optado por ella, pocas cosas más enriquecedoras
que un libro para desarrollar la imaginación, para despertar el interés por
aprender y para, porque no decirlo, trabajar y desarrollar la competencia lingüística.
Recuerdo con emoción los libros de Julio Verne que leí en mis veranos de los
cursos finales de EGB. Me encantó Miguel Strogoff, o Veinte mil leguas de viaje
submarino, creo que es un recurso que no se debe ni se puede perder.
Pero han pasado ya muchos años, qué mayor me hago, y la sociedad circula por
diferentes espacios de comunicación. En aquella época si querías ver una
película era necesario acudir al cine, o tener suerte con la programación de la
televisión, había dos canales que desconectaban su emisión al mediodía. La
información solamente podía conseguirse desde la prensa escrita o la radio.
Hoy disponemos de cientos de canales de televisión temáticos y generalistas
con una oferta apabullante. Tenemos al alcance cualquier información a
través de internet, y desde la red esa información suele venir a través de
canales de comunicación visuales. Si comparamos las posibilidades tecnológicas
actuales con las de mi época de infancia la conclusión es que vivimos en un
mundo y una sociedad bastante diferentes.
Sin embargo, la escuela no se ha adaptado a esta realidad, las tareas de refuerzo
que los docentes indican para el verano son las mismas que hacer treinta y cinco
años. No digo que no haya que leer libros, nada más lejos de la realidad, pero
quizá sería interesante, recomendar el visionado de algunas películas también.
Ofertar algunos títulos que fuesen interesantes en la formación y en la
educación competencial de los niños/as, al igual que se hace con los libros.
Indudablemente los alumnos/as van a tener contacto con el cine durante el
verano, y no poco, no sería mala idea pues guiarles en la elección de algunas de las
películas que pudiesen ver. Sería bueno tanto para la mejora de su competencia
lingüística como para la social y ciudadana. Además estoy seguro que les
resultaría motivante, incluso después, se puede utilizar como elemento motivador
para iniciarse en la lectura. Muchos de los títulos que pueden verse
están al alcance de todos desde plataformas como "youtube" de forma gratuita con
una conexión decente a internet.
Miguel Strogoff es un clásico, pero también lo es La Guerra de las Galaxias,
y tan inculto puede ser quien no conoce a Strogoff como quien ignora quién es
Luke Skywalker. Si queremos educar para mejorar la sociedad, deberemos
adaptarnos desde la escuela al mundo en el que viven los niños/as.
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