Estamos trabajando con
el borrador de la orden de organización de tiempos escolares. En nuestro
colegio, tras una consulta a las familias, se decidió comenzar el proceso cuando la normativa marcase formas y plazos, ha llegado ese momento.
Lo he
leído varias veces y me surgen una serie de dudas de tipo organizativo que
quisiera exponer en voz alta.
- La primera es, que si el tiempo que pueden permanecer los alumnos/as en el colegio debe ser el mismo, pero con la jornada continua se tiene que ofertar un tiempo de refuerzo educativo gratuito a cargo de al menos un docente. ¿No estamos ante un agravio comparativo con respecto a los centros de jornada partida? ¿Por qué hasta ahora no se ofertaba ese refuerzo, si el espacio temporal de permanencia en el colegio es el mismo? ¿Por qué no es obligatoria esta medida con carácter general? Tan solo habría que cambiar la hora de realización, unos centros de una y media a tres, y otros de tres a cuatro y media.
- La segunda hace referencia a la asistencia al comedor. ¿Los alumnos que no permanezcan en el comedor escolar, podrán volver al centro para realizar las actividades de refuerzo después de comer? Si es así, ¿no se trata de una ampliación de la jornada? Si no es así, ¿no estamos ante un agravio comparativo entre los alumnos/as que puedan pagar el comedor o bien tengan acceso a la beca, y los que no?
- La tercera es que si el profesorado que realiza la actividad de refuerzo gratuita, la realiza en horas lectivas, y por lo tanto es a costa de modificar su horario de entrada al colegio, debería realizarse por todo el claustro de maestros/as de forma equitativa. Así, si yo tengo un cupo de treinta maestros/as, cada día deberían quedarse seis a hacerse cargo de la actividad gratuita. ¿Si se quedan los seis, y por lo tanto es imposible cuadrar los horarios de la mañana, agrupo clases en algunas áreas superando la ratio establecida? ¿No reparto equitativamente esos grupos de apoyo y designo de forma "digital" los maestros/as que deben hacerse cargo de los mismos? Si es así, ¿no creará esta situación un ambiente de tensión que degenerará en un empeoramiento del clima del centro, y por lo tanto la pérdida de entusiasmo que es el motor de la innovación? Si por el contrario la asignación de maestros es semanal, ¿puedo hacer que la docencia de determinadas áreas se repartan entre varios docentes dependiendo de si tienen o no refuerzo por la tarde?
- La cuarta es que si todas las reuniones de coordinación deben hacerse a las cuatro y media, ¿no obliga a permanecer a los maestros más horas en el centro escolar? Esto tendría especial repercusión en los CRAs donde además los maestros/as deben desplazarse para poder tener dichas reuniones. El optimizar horarios y reducir las horas muertas, genera mejor clima laboral, y en una escuela, esto siempre va en beneficio de los alumnos/as.
- La quinta es que en los centros que están en más de una localidad, ¿deberá haber un docente por cada una de las sedes, a pesar de que no haya usuarios que quieran hacer uso del servicio? ¿Si de repente alguien quiere hacer uso de dicho servicio, deberá modificarse el horario de todo el colegio para atender dicha solicitud?
- La sexta, aquí voy a referirme a un caso que nos atañe en particular. Disponemos del apoyo educativo, pero a través del programa AUNA, dos docentes lo realizan pero no a cambio de horas lectivas, por lo que no afecta en ningún momento a las actividades regulares, ni a la distribución horaria marcada en el Anexo IIIB. La pertenencia a dicho programa se realiza de forma voluntaria por las familias, tras una invitación por parte del equipo directivo. A pesar de ser muy positiva para los alumnos/as, muchos de los asistentes se acaban cansando y quieren dejar de pertenecer al programa, insistimos en que no puede ser, pero aún así nos cuesta convencer a las familias para que no cedan al deseo de abandono de sus hijos/as. Si una vez que está realizado el horario del colegio, no se apunta ningún niño a la actividad de refuerzo, o si bien una vez apuntados dejan de venir, ¿qué pasa con el horario de los maestros/as que tienen su asignación horaria de tardes?
- La séptima, se dice en el borrador, que la Administración tendrá tres años para derogar el cambio de horario, uno de los motivos puede ser la bajada de los resultados académicos. ¿Tiene previsto la Administración el obligar al cambio a todos los colegios que sigan con jornada partida, si los resultados de la mayoría de los centros que se acogen a la jornada continua mejora?
- La octava consideración tiene que ver otra vez con nuestra organización particular. Disponemos de varios tipos de apoyo, los hemos ido describiendo en este blog. Si debemos cambiar la jornada de varios docentes para poder atender las actividades de refuerzo, debe ser a costa de realizar estos apoyos por la tarde o al menos los que llamamos de nivel y los de "compensación educativa". Hasta ahora, los niños acuden a unos apoyos que se han demostrado muy provechosos objetivamente, con los resultados curriculares en la mano. Si se dan por la tarde, ¿acudirán estos niños/as, que suelen pertenecer a clases sociales desfavorecidas o bien, al no estar nadie pendiente, preferirán permanecer jugando en sus casas o en la calle?
- La novena, también tiene mucho de particular. Estos niños/as a los que aludo en la consideración anterior, ya acuden a actividades de refuerzo con dos ONGs que apoyan al centro. ¿No será excesivo el número de horas a los que queremos aplicar disciplina escolar a estos muchachos/as? ¿No conseguiremos el efecto de rechazo escolar?
- La décima y última, es que una de las mejoras que aporta la jornada continua es que los alumnos/as pueden aprovechar el tiempo para realizar las actividades extraescolares en ese periodo, aumentando el tiempo para la vida familiar. Se trata de encontrar un horario más racional, ya no solo en la vida escolar, sino que deberíamos aplicarlo a la costumbre social e intentar una aproximación al horario europeo. ¿No estamos poniendo trabas con alguna de las medidas propuestas a esta aproximación?
Aprovechando la coyuntura, ¿sería un buen momento para favorecer un cambio drástico y comenzar a aplicar un aprendizaje con una organización basada en las competencias y pensando menos en las áreas? ¿La Administración educativa estaría dispuesta? Dejo esta reflexión para profundizar sobre ella en una próxima entrada.
Me da la
impresión que se ha querido poner una puerta a un proceso que debe ser más
natural y que debería respetar la decisión de los colegios, teniendo siempre en
cuenta que esta decisión la deben tomar la mayoría de las familias. Creo que no
debería preguntársenos a los maestros/as, nosotros debemos favorecer a la sociedad
para la que trabajamos, y adecuar nuestro horario laboral a las necesidades en
concreto del colegio en el que ejercemos nuestra labor docente. No me gustaría
que nadie viese en los puntos de este decálogo ventajas o inconvenientes para
los docentes. Solo se refieren a como algunas medidas, que aunque parecen
puestas con buena intención, pueden afectar tremendamente al devenir
organizativo de los colegios. Las puertas en el campo acaban siendo inútiles.
Imagen: http://enfocandoaalba.blogspot.com.es/
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