Ese sentimiento no es compartido por los responsables del huerto escolar, que querrían que sus compañeros hiciesen fila para poder bajar con los alumnos/as al patio y ponerse a cultivar hortalizas, cuando la realidad es que son los responsables los que tienen que verse arrastrando a los compañeros para que aprovechen la hora que tienen designada, y muchas veces el vergel que ellos/as querrían ver se convierte en un erial con algunas plantas diseminadas por el terreno.
Ante esta situación son los responsables del programa, los que se ponen el gorro de paja y se cargan en sus espaldas el trabajo físico que supone llevar a buen puerto esta actividad. Es verdad, que esto supone un huerto con un aspecto fantástico, pero es verdad también , que la moral de estos docentes queda minada, y reclaman en jefatura más compromiso por parte del claustro, que desde el equipo directivo no se puede imponer. Dice esa amiga mía tan sabía que si el burro no tiene sed, da igual que lo lleves a la fuente.
Hemos intentado la colaboración de los padres, que sí que vienen, pero pueden hacerlo de forma puntual. y con eso conseguimos liberar a la responsable de parte del trabajo físico, pero la ganancia educativa, se pierde, al menos en los agentes que nos interesa, que son los niños, aunque los padres sí que son mejores hortelanos.
Por otra parte en el huerto de E. Infantil, disponemos de la ayuda de un maestro jubilado, que es quien aporta casi todo el trabajo; en esta etapa esta solución es satisfactoria, puesto que los niños/as son muy pequeños como para poder aporta algo más que el riego parcial de las plantas. Pero en E. Primaria debemos sacarle más rentabilidad pedagógica a esta inversión de dinero y de recursos humanos.
Así que para el curso próximo, aprovechando que en cuarto curso tenemos seis sesiones entre Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, utilizaremos dos de ellas para hacer un desdoble, principalmente en el grupo tres, (leer la entrada de grupos flexibles), y alguna semana se puede extender al resto de grupos con ello conseguimos las siguientes ventajas:
- Es la propia responsable la que baja con los niños/as.
- Baja siempre con un número de alumnos/as adecuado para la actividad; es la mitad de la clase.
- Todas las semanas tiene dos sesiones de trabajo real en el huerto.
- Es ella la encargada de dinamizar a los alumno/as, por lo que les va a transmitir entusiasmo por la actividad; algo que no se puede conseguir si lo que sientes es desgana.
- Se centra el trabajo del huerto en solo curso; eso sirve de referencia futura para el resto de alumnos/as del colegio.Aunque no está cerrado a los demás.
- Lo hacemos desde el área de Ciencias Naturales, que es la que está más relacionada curricularmente con el programa.
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