Vamos avanzando en nuestro proyecto de cocina. Lo desarrollamos dentro del
apoyo de compensación educativa de 5º de E. Primaria. Y explicamos en una entrada
anterior, la forma en que desarrollamos todas las competencias dentro del
proyecto.
Entendemos que como elemento motivador funciona la misma actividad en sí misma. El hecho
de realizar algo tan distinto a lo que puede entenderse como "normal desarrollo
escolar", enciende su entusiasmo, su energía y su interés. Además el poder
significarse dentro de su grupo clase, en una actividad que no está ligada a la
convivencia, sino que se enfoca desde el positivismo, refuerza su autoestima y
les ayuda a una mejor integración social.
Paralelamente al grupo de cocina, con los alumnos/as de cuarto, hemos
emprendido el proyecto, "pintamos un cuadro ABN".
En el patio
interior de E. Infantil, vamos a pintar de forma permanente, un cuadro numérico
que nos ayude a realizar los cálculos con el método ABN en dicha
etapa.
Tanto en un grupo como en el otro, me ha sorprendido una actitud que es muy
reseñable. El hecho de poder ser de ayuda a la comunidad educativa, les ha
motivado sobremanera. Es un aliciente con el que yo no contaba. El desinterés
que muchas veces se puede observar en estos niños/as, no es hacia la escuela,
como podríamos suponer en un principio. Es hacia la labor escolar tradicional,
es hacia lo que no tiene un objetivo personal cercano. Creo que debemos plantearnos algún cambio que otro en el proceso educativo.
También es cierto que para poder llevar a acabo esta labor, los centros que atienden a este grupo de población deberían ser discriminados positivamente a la hora de repartir el cupo, y las plazas, así mismo, deberían tener un perfil muy claro, no vale enviar alguien que se ponga a hacer cuentas y dictados.
Hoy no quiero extenderme más, quiero dejar aquí la reflexión.
Eso sí, os dejamos el video de la última receta para que os endulcéis.
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