Los chavales programan videojuegos sencillos, con las temáticas de educación en valores y solidaridad propias de Ayuda en Acción. De esta manera aprenden los conceptos básicos de programación. Utilizan materiales preparados por Jóvenes Inventores para trabajar en el aula de manera práctica y colaborativa, en torno a retos de dificultad graduada para maximizar su autonomía y creatividad.
Lo interesante no está en todo lo que supone de trabajo en la competencia matemática- científico tecnológica, que es mucho. Lo importante es que se hace desde un enfoque de educación en valores y solidaridad como hemos puesto antes.
Es esencial que los niños/as aprendan a trabajar en equipo, a realizar un proyecto científico de forma colaborativa, y comprendan la importancia de tomar decisiones consensuadamente.
Sabemos el valor económico que tiene esta iniciativa, y estamos encantados de que se haya escogido nuestro colegio para el desarrollo de esta actividad. Hemos tenido que adaptar nuestras instalaciones y equipos, no ha sido fácil. El equipamiento informático de los colegios es el que es. Tras años de dura crisis está muy deteriorado. La conectividad es mala, por llamarlo de una forma amable, y más en un extremo de la ciudad, donde las compañías no ven rendimiento económico en cablear hasta el último edificio, siendo además un colegio.
Todo esto lo intentamos solventar con soluciones imaginativas y con ilusión. Solicitamos una cesión de equipos informáticos a la empresa Schindler. Instalamos Ubuntu-linux en los equipos para hacerlos más operativos, y lo hicimos contrarreloj para que en la primera sesión estuviesen dispuestos. También Jóvenes Inventores fue flexible y respetó nuestras agrupaciones, mediatizadas por la disposición organizativa en grupos flexibles. Todos pusimos de nuestra parte y el resultado está siendo muy exitoso, y podemos valorarlo con objetividad, puesto que ya estamos finalizando el primer cuatrimestre.
La implicación de Jóvenes Inventores y de Ayuda en Acción no acaba aquí. Si terminasen con el taller de Scratch sería una actividad más. A partir de ahora con los alumnos ya formados en la fase inicial, vamos a potenciar el Club GENIOS.
En horario extraescolar y asesorados por el mismo instructor que nos imparte la formación, José María Lobera, los niños/as que quieran formar parte de él, realizarán un proyecto. Para fomentar la participación, se participará en un concurso a nivel nacional, con toda la implicación que conlleva, pero también con el beneficio implícito. Para un centro como el nuestro, con la importancia que otorgamos a la educación emocional, es un acicate más en nuestro trabajo, puesto que nos ayuda en algo tan importante como es el trabajo en la competencia del sentido de la iniciativa y el espíritu emrendedor, desde un punto de vista solidario y colaborativo.
Sin embargo el proyecto no acaba este año. Los alumnos/as, que se van convirtiendo en especialistas de la herramienta poco a poco, tendrán la posibilidad de seguir colaborando con el club como futuros asesores externos. La vinculación y coordinación con el IES de referencia serán fundamentales, y servirán como puentes de unión que van a reforzar los que ya tenemos gracias al programa British Council.
Y ya no quiero entrar a valorar lo que supone trabajar con Scratch para la promoción del centro.
Fantástica la actividad y el programa que la ampara. Iniciativas así deberían ser más habituales, puesto que es innovación educativa seria y rigurosa. Y lo que es más importante puede servir como nexo vertebrador en la totalidad de las etapas obligatorias en la educación de los alumnos/as.
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