Para ello, una información y comunicación, rápida y fluida es muy importante. No me refiero a los grupos de wassap que se manejan, y que normalmente acaban en un mal uso de la herramienta como fuente transmisora de chismes, que tienen poco fundamento. Eso sí,el resto de utilidades TIC y redes sociales, son fundamentales para que esta comunicación sea fluida, rápida y eficaz.
Y debe ser el centro educativo, quien tiene que dar el primer paso para mejorar esta comunicación, que al principio será unidireccional, pero que enseguida pasará a tener dos sentidos.
Si tenemos a los padres y las madres enterados/as de lo que ocurre en el colegio, y de nuestra forma de actuar, evitaremos esos rumores que con la falta de transparencia se convierten en falsas verdades para la opinión externa.
Por ello cualquier actividad relevante que sobrepase el quehacer diario, entendemos que debemos publicitarla a través de nuestros blogs y de las redes sociales, Facebook, Twitter y Google+ principalmente, ya lo hemos comentado en alguna entrada anterior.
Pero estas herramientas no sirven tan solo como elementos de exposición, también aprovechamos su lado comunicativo. Respondemos a las dudas que nos plantean los padres, tanto desde estas plataformas, como desde el correo electrónico. Lo hacemos a la mayor brevedad posible dentro de nuestras posibilidades. No esperamos a que comience nuestra jornada laboral, y muchas veces respondemos a las cuestiones planteadas a las diez, las once o incluso las doce de la noche. Si un padre/madre tiene una preocupación, entendemos que es sobre su hijo/a, y no hay nada más importante para ellos. Bien es verdad que cuando las familias nos requieren a horas intempestivas, no se trata de cuestiones banales, sino que tienen una importancia elevada, por eso creemos que sería necio, mirar el reloj y pensar en nuestro horario de trabajo. Tratamos con personas, más en concreto con niños/as, y nuestra profesión no viene limitada por el reloj de la jornada laboral.
Creo, y además lo creo firmemente, que las familias, al recibir una respuesta rápida, se sienten escuchadas, y eso hace que mejore su imagen del centro escolar. Pasan a verlo como un lugar de apoyo, y no como un juez que dicta sentencia sobre su capacidad formadora. Padres y maestros, deberíamos ser como un equipo de fútbol americano, que tiene diferentes formaciones para atacar y para defender, pero todos tienen claro cuál es el objetivo común: GANAR. Además, conseguirlo es mucho más fácil de lo que parece, puesto que aunque se empeñen en hacernos creer lo contrario, somos compañeros y no rivales.
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