Estamos inundados de noticias sobre la red de colegios concertados en la comunidad de Madrid y su sospechosa financiación, también, sobre la marcha atrás en el concierto del colegio Ánfora en Cuarte.
No soy un maestro furibudamente intransigente con los conciertos educativos. Es más, creo que en un momento determinado, cumplieron una labor importante para el acceso de la educación básica. Creo también, que esa necesidad ha pasado, y que el mantra que circula entre la sociedad, que cataloga la educación concertada como más barata y mejor que la pública, tiene trampa, como muchas de las verdades que damos como ciertas sin haberlas reflexionado, solamente por haberlas escuchado muchas veces.
Tampoco quiero entrar a valorar la opinión que se tiene en la sociedad aragonesa sobre la mejor calidad de una u otra, en algunas entradas anteriores, ya he comentado, que a los colegios hay que valorarlos por la labor que hacen en la población en la que intervienen, y para eso, el análisis hay que hacerlo individualmente.
Lo que sí que quiero valorar, es una de las razones que se han dado para no aceptar la solución que ha dado el Gobierno de Aragón a los alumnos/as matriculados/as en el Ánfora. Los padres se quejan de la utilización de las aulas prefabricadas. No creo que conozcan bien este tipo de instalación. Yo estuve impartiendo clase, durante un curso, en una de estas aulas. Nunca he estado tan cómodo dando clase. Son espacios grandes, con calefacción y aire acondicionado, baños y están muy bien aislados. Cuando se propuso hace años instalar dos de estas equipaciones en mi centro, como una solución temporal a un problema de matrícula, me presenté voluntario inmediatamente, para que fuera ocupada por la clase de la que iba a ser yo responsable. Algunos compañeros no entendían mi disposición voluntaria. Cuando una vez instaladas, vieron la comodidad que se disfrutaba con su uso, se percataron de que mi voluntarismo, no dejaba de ser practicidad.
Muchas veces criticamos las cosas sin conocerlas previamente. nos fiamos de lo que nos han contado y los bulos que circulan por ahí, en el caso de lo referente a educación, en la mayoría de los casos, estos mensajes son inciertos. No dejan de ser paradigmas que nunca hemos analizado convenientemente.
De la misma manera, se argumenta, que las personas que habían elegido el centro concertado, pagaban impuestos, y que tenían derecho a elegir tipo de enseñanza, argumentando un montón de razones, que a mi entender, no pasaban de meras falacias. Algún padre de los que hicieron comentarios en el periódico, debería ver hoy las noticias. Antes de lanzar calificaciones negativas a la educación pública y loas a la concertada, debería conocer, ni una es positiva ni la otra negativa enteramente. Si se le ofrece a alguien un puesto escolar, pagado por sus impuestos, desde la adminoistración, que tenga claro que la educación que va a recibir su hijo, va a ser de calidad, aunque sea en un colegio público, que no se deje llevar por propaganda, que esté tranquilo, sus hijos/as van a estar bien atendidos.
Antes de hacer una crítica debería darle una oportunidad al centro escolar, a lo mejor se sorprende cuando tenga que cambiar de opinión. Desde luego antes de descalificar a la enseñanza pública, les invito a visitar nuestro centro cuando quieran. Seguro que cuando salgan ven las cosas de otra manera.
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