Leía ayer en el periódico, una entrevista al nuevo alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, en ella exponía las líneas generales de lo que piensa realizar en su mandato, que comenzó el pasado sábado. Entre las medidas en las que estaba pensando, decia que la segunda actividad de la policía local podría ser más provechosa para la ciudad. Sugería de pasada, eran muchos los temas a tratar, que una función podría consistir en acudir a los colegios, que la presencia en las puertas sería provechosa. Yo quiero sugerirle otra idea más práctica en relación a dicha actividad. En los colegios, y más en algunos con determinada población, no está de más ese control propuesto; más aún, cuando a partir de esa barrera física, que supone la valla del colegio, la jurisdicción legal del director/a se ve mermada casi totalmente, pero sería más interesante que pudiesen acudir a las aulas.
Disfrutamos desde hace años de la actividad de educación vial que nos proporciona la policía local. Esta actividad es altamente interesante, provechosa didácticamente y altamente motivadora para los niños/as, pero solo se desarrolla a lo largo de una semana en el curso escolar. ¿No sería más provechoso tener a un policía local de referencia entre los que están en segunda actividad y que los docentes pudiésemos apoyarnos en su experiencia a la hora de trabajar los estándares que hacen referencia a Educación Vial? ¿No sería un refuerzo para la imagen de la policía en general ,y la local en particular, el acercamiento que se produciría hacia todos los alumnos?
Además a veces se producen enfrentamientos desagradabes con algunos padres/madres; muy pocas veces, pero se producen. Si el policía local que está de apoyo en el centro, estuviese cerca, nos evitaríamos situaciones muy embarazosas, puesto que representa una figura de autoridad, reconocida por toda la sociedad, lo que no pasa siempre con la representada por los maestros/as.
La dinámica de los colegios, con niños/as en constante actividad es muy motivadora, seguro que estos profesionales desplazados a los centros, rápidamente se verían arrastrados por las sinergias y las dinámicas que se producen. Se podrían convertir en una de las referencias de la convivencia en los mismos, no como sancionadores, que es como les ve la sociedad, sino como resolvedores de conflictos, como hombres y mujeres buenos que anteponen el servicio a la sociedad a todo lo demás en el desarrollo de su profesión. Con esto reforzamos su buena imagen.
Los alumnos de hoy serán los adultos del mañana, y en según que colectivos, comprobar que la policía es un apoyo y no una amenaza, es ganar muchos enteros a la paz social del mañana.
Pero yo animaría al señor alcalde a que vaya aún más lejos, que no se centre solo en los policías, podríamos implicar también a los bomberos. Los/as que por edad ya no pueden prestar servicios activos, podrían ser referentes en varios centros y acudir puntualmente cuando se les requiriese, para hablar de primeros auxilios, de responsabilidad civil, dirigir talleres de salvamento, en fin un montón de actividades que se podrían gestionar con su ayuda inigualable.
Sería aprovechar los medios de los que dispone el consistorio, mejoraría la imagen de estos colectivos, y de todos los funcionarios en general, y crearía sinergias entre departamentos de la administración que ahora mismo se conocen solo por tópicos.
Crearíamos en suma, futuros ciudadanos más responsables, que serían conocedores de primera mano de la labor que la sociedad les presta y que la mayoría de las veces no se valora, serían ciudadanos que valorarían mucho más los servicios que sufragamos entre todos/as. Es verdad que costaría cambiar la mentalidad de los funcionarios que pasan a segunda actividad, pero seguro también, que a larga y con el paso del tiempo, se vería como algo normal, provechoso para la ciudad y que haría sentirse orgullosos/as a los/as policías y bomberos que pasasen a dicho estado. Eso ya es su labor señor alcalde.
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