Si el hablar de internet causa ya pavor entre algunos docentes, más por desconocimiento que por una reflexión sesuda sobre sus pros y sus contras, el mencionar las redes sociales es mentar al mismísimo diablo. Parece que de dichas herramientas de comunicación solo puedan salir obsesos sexuales, acosadores, pedófilos y un sinfín de malignos personajes que se esconden aquí para abusar de los niños y niñas en edad escolar. Ningún docente se plantea el peligro de los quioscos, no ven problema en que los niños vayan a comprar chucherías y sin embargo la pornografía es más visible allí que en internet, puesto que en la red has de buscarla y, en las tiendas de revistas, solamente debes alzar la cabeza para llenarte de imágenes.
En el fondo creo que no es más que una excusa para poder justificar nuestra propia incompetencia digital sin tener que llegar a reconocerla. Una excusa para no plantearnos el uso de las mismas.
Por otro lado vivimos en una sociedad donde la inmediatez ya no es que sea un valor añadido, es que es una demanda imprescindible. Queremos saber lo que pasa a nuestro alrededor y queremos saberlo ya. Los padres quieren tener toda la información posible sobre las actividades que realizan sus hijos/as en la escuela, y la quieren ya. No es suficiente lo que me cuentan en las reuniones de padres/madres; puede que hasta hace un tiempo sí que bastase, pero desde luego los tiempo han cambiado y la demanda es: INMEDIATEZ.
Para ello utilizamos nuestra web, ya lo explicamos en una entrada anterior. Pero no vale ya solo con esto; la sociedad nos pide un aviso instantáneo sobre las novedades, para ello utilizamos las redes sociales. Cuando tenemos una novedad, nuestras cuentas de Facebook, Twitter y Pinterest se ponen en marcha. Cada vez que debemos o queremos informar de algo o comentar una opinión lo compartimos en las tres redes sociales, y la noticia llega a nuestros seguidores, que van aumentando en número de manera exponencial.
La verdad es que son ya varios los colegios que disponen de cuenta en las principales redes sociales, pero no son muchos los que comparten las actividades que realizan en el colegio,la mayoría se limitan a compartir noticias de carácter pedagógico que han publicado otras instituciones. Esto no deja de ser un mero formalismo; se piensan que por tener una cuenta en facebook se han subido al tren de la modernidad, pero si estas redes no comparten el quehacer diario de los colegios, están siendo desaprovechadas.
Debemos abrir los centros a la sociedad, debemos mostrar nuestra labor diaria, esa es el mejor test de imagen que podemos utilizar. Además las nuevas generaciones de padres/madres ven el uso de las redes sociales como algo normal, natural en el desarrollo de su actividad diaria, eso es algo que muchos maestros no pueden llegar a comprender, el mundo escolar a veces está muy desvinculado del mundo que le nutre de alumnos/as.
Ya no entro a comentar el uso de las redes en el desarrollo del currículo, esto lo dejo para otra entrada, pero en la comunicación familia-escuela me parecen imprescindibles. Creo que sería muy positivo que cada docente tuviera su propia cuenta profesional en una red social y ofreciese a los padres/madres de sus alumnos/as una comunicación fluida de las actividades en el aula a través de las mismas. Si estamos seguros/as y orgullosos/as de nuestra labor diaria, lo mejor que podemos hacer es mostrarla, además así podemos aclarar aquello que no se entienda, explicar el porque de nuestras actuaciones y evitaremos malas interpretaciones que a veces nos acarrean un sinfín de problemas.
Las redes sociales, como todo en esta vida, pueden tener una buena o una mala utilización, pero si somos inteligentes, y lo somos, sabremos enfocar su uso para nuestro beneficio.
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