UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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lunes, 13 de marzo de 2017

El currículo British Council o la pésima planificación administrativa.

No voy a entrar en si el bilingüismo en las escuelas es positivo o no, bueno a lo que llamamos bilingüismo, que muchas veces no es sino propaganda, que queda especialmente vistosa, para llamar a las familias a la hora de elegir un centro educativo para sus hijos. Nosotros en el colegio hace quince años que impartimos cuatro áreas con el currículo British Council, y no me parece un tema baladí que tanto Ciencias Sociales, como Ciencias Naturales se desarrollen utilizando el inglés como lengua vehicular. En los institutos a los que acuden nuestros alumnos/as al acabar la etapa de E. Primaria, existe la posibilidad de elegir entre acudir siguiendo dicho currículo, o utilizar el normalizado en Aragón. Las familias eligen el recorrido que quieren para sus hijos/as. En el colegio no existe esa posibilidad, todos los alumnos/as del nuestro deben, por obligación, seguir las pautas que marca dicho currículo British Council.
Es cierto que podemos pensar que cuando las familias acuden a matricular a sus hijos de tres años, son conscientes de dicha realidad. Al menos nosotros en las reuniones previas de presentación del centro, insistimos mucho en la idea, nadie de estos padres, puede decir que no la avisamos de la coyuntura. Los niños desde pequeños tienen más horas de clase en lengua inglesa, incluso disponemos de asesores en dicho idioma que nos proporciona el convenio con el British Council, a cambio, debemos acogernos a su normativa. Hasta aquí no hay ningún problema, si tú quieres acudir a un colegio de este tipo, ya conoces las ventajas y los inconvenientes, y no puedes quejarte, si en el desarrollo posterior de la vida académica de tu hijo, esto supone una traba.
 Pero curiosamente, no sucede lo mismo cuando un niño/a acude a nuestro centro desde otro por un traslado, y el anterior colegio no estaba acogido a dicho convenio. Incluso si se trata de un  centro bilingüe de tipo CILE, no tiene nada que ver con uno British Council.  El alumno/a se va a ver envuelto en un proceso de adaptación, que no va a ser solo a una nueva realidad social, sino que va a ir mucho más allá, y deberá enfrentarse a un idioma vehicular en casi la mitad de las áreas en el que no es suficientemente competente.
 Podríamos pensar que la Administración es consciente de este problema, y no matricula a ningún alumno/a nuevo sin que venga de otro colegio con el mismo currículo. Pues no, no lo tiene en cuenta. Podremos pensar que al menos cuando otorga una matrícula fuera de plazo, dicha Administración avisa a la familia, para que pueda valorar la dificultades extra a la que van a enfrentarse sus hijos. Pues no, no lo tiene en cuenta. Para la Administración todos los colegios son iguales, independientemente de que puedan y deban impartir currículos diferentes. LAMENTABLE. Y más cuando en los centros de secundaria sí que se tiene en consideración esta posibilidad y existe la doble alternativa, como hemos comentado antes.
Así somos los colegios los que debemos tomar adaptaciones curriculares para estos casos, que son más de los que nos puede parecer. Pero claro esas adaptaciones tienen que ser alegales, y eso que hemos solicitado que se flexibilice la normativa para poder adecuar las realidades individualizadas, pero siempre la negativa por respuesta. Es una pena, luego se les llena la boca con la individualización del proceso educativo y de la evaluación del mismo, pero sin embargo nos responden  siempre con la misma canción, la normativa no nos lo permite. Pues se cambia, que para eso están los legisladores, y más cuando no interfiere con ninguna ley, pero claro estos casos suelen ser  niños/as que no dan titulares y por lo tanto ya se apañarán en los colegios para retorcer esa normativa que no se quiere adaptar ni cambiar. La alternativa es que el alumno acarree con las consecuencias y no promocione ¿Pero si el centro se negase, y  si decidiese cumplir la normativa a rajatabla?

Tengo el caso  de una niña marroquí que ha llegado de otro colegio de la ciudad en el mes de enero, para terminar sexto de E. Primaria. La niña es competente y debería tener la promoción asegurada, pero se encuentra con la barrera del idioma en las áreas de Literacy, Social Science, Natural Science y Arts ¿Es de justicia esta situación? ¿Por qué no podemos realizarle una adaptación que nos permita no utilizar, aludiendo a la singularidad, el currículo British Council? ¿Por qué no avisaron a la familia y la matricularon en otro colegio de la zona? Porque administrar sin preocuparse ni tener la suficiente flexibilidad con los casos individuales es más cómodo,aunque sea hacerlo mal. Y en este caso no se puede alegar que es el primer caso que se da y que es una sombra del sistema que no se había visto. Están muy avisados de la situación de muchos casos anteriores. Si vas a obligar a andar por las vías del tren tienes que poder variar los horarios del mismo si es necesario, no vaya a acabar pillando a quien has puesto en ese camino.



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